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¿Tuviste cesárea y no puedes dormir? Estudio revela por qué el dolor afecta tu descanso

Dar a luz es un momento poderoso, pero también desafiante. Para muchas mujeres, el parto por cesárea se convierte en una experiencia marcada no solo por la llegada del bebé, sino por un posparto más largo y doloroso de lo esperado.

Según el estudio, las mujeres que dan a luz por cesárea tienen un riesgo significativamente mayor de sufrir dolor intenso que interfiere con su sueño y su vida diaria, incluso meses después del parto.

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¿Qué dicen los estudios sobre dolor e insomnio después de una cesárea?
Una investigación presentada en la reunión ANESTHESIOLOGY® 2025, liderada por la American Society of Anesthesiologists, reveló que las mujeres que tienen parto por cesárea presentan un riesgo significativamente mayor de experimentar dolor intenso.

Añadiendo que dicho dolor interfiere directamente con el sueño y con su capacidad de llevar a cabo actividades cotidianas en las semanas y meses posteriores al parto.

De forma complementaria, el análisis cuantitativo, que se basó en datos de más de 1.5 millones de mujeres que dieron a luz entre 2008 y 2021, encontró que aquellas con cesárea presentaron un 16 % más de diagnósticos de trastornos del sueño, como insomnio o privación de sueño, durante el primer año posterior al parto.

Este hallazgo resalta una dimensión muchas veces invisibilizada del posparto: el impacto del dolor físico no tratado en la salud mental y en el sueño.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sueño insuficiente en el periodo posnatal puede contribuir a condiciones como la depresión posparto, fatiga crónica e incluso ansiedad persistente.

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Comparativa: parto vaginal vs cesárea en cuanto a dolor y descanso
La diferencia entre ambas formas de parto es significativa. En el estudio, solo el ocho por ciento de las mujeres que dieron a luz por vía vaginal reportaron un dolor incapacitante que afectara su descanso o su vida diaria.

En cambio, para las mujeres con cesárea, ese porcentaje subió drásticamente: 67 % en cesáreas no planeadas y 73 % en cesáreas programadas.

Esto sugiere que el dolor quirúrgico derivado de la intervención, así como el proceso de recuperación, tienen consecuencias reales y medibles en la calidad del descanso.

Además, como mencionan los autores del estudio, la probabilidad de recibir un diagnóstico de trastorno del sueño tras una cesárea es 16 % mayor, lo que indica que el impacto no se limita a las primeras semanas, sino que puede extenderse durante varios meses o incluso el primer año.

Factores que agravan la recuperación y alteran el sueño tras una cirugía obstétrica
La cesárea, aunque común y muchas veces necesaria, es una cirugía mayor abdominal. Este hecho conlleva una recuperación más compleja. Entre los principales factores que afectan el sueño y la recuperación encontramos:

  • La propia cirugía: al cortar piel, tejido muscular y el útero, se generan lesiones que requieren más tiempo para sanar.
  • Dolor no tratado o subestimado: no controlar adecuadamente el dolor puede cronificarlo y empeorar la calidad del sueño, algo que muchas veces es minimizado, incluso por el personal médico.
  • Alteraciones del sueño inducidas por el dolor: despertares nocturnos, dificultad para moverse en la cama y para adoptar una postura cómoda afectan la profundidad del descanso.
  • Estrés emocional: el miedo, la ansiedad y la frustración por no poder dormir o descansar bien se suman al dolor físico.
  • Riesgo de depresión posparto: según Mayo Clinic, la falta de sueño en el posparto es un desencadenante clave de la depresión en mujeres vulnerables.
  • Malos hábitos de descanso: consumir cafeína, usar pantallas en la noche o la ausencia de rutinas relajantes empeoran el insomnio.

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Estrategias médicas y caseras para reducir el dolor y mejorar el sueño postcesárea
A pesar de los retos, existen varias recomendaciones para sobrellevar el posparto tras una cesárea y mejorar tanto el dolor como la calidad del sueño.

1. Manejo temprano y efectivo del dolor

Utilizar analgésicos recetados por el médico, en combinación con alternativas seguras (como compresas calientes), puede evitar que el dolor se vuelva crónico.

Según la American College of Obstetricians and Gynecologists, un buen control del dolor es fundamental para facilitar la recuperación física y emocional.

2. Actividad física leve
Caminar dentro de casa o realizar movimientos suaves recomendados por el médico ayuda a activar la circulación, lo que reduce el riesgo de coágulos y también contribuye a conciliar mejor el sueño por las noches.

3. Aprovechar las siestas del bebé
Aunque parezca difícil, intentar descansar cuando el bebé duerme puede ayudar a compensar la falta de sueño nocturno. Incluso si son siestas cortas, suman horas valiosas.

4. Crear una rutina relajante antes de dormir
Apagar pantallas al menos 30 minutos antes de dormir, tomar un baño tibio o practicar respiración profunda puede ayudar a preparar al cuerpo para descansar.

5. Buscar ayuda médica si el insomnio persiste
Si los síntomas se mantienen más allá de lo esperado o afectan seriamente la calidad de vida, es recomendable consultar con un especialista en sueño o salud mental.

El posparto tras una cesárea requiere cuidados específicos que van más allá de la herida física. Dormir bien, manejar el dolor y priorizar la salud mental son aspectos esenciales para una recuperación completa.

Como sociedad, necesitamos visibilizar que la salud de la madre no termina al nacer el bebé. Dormir es parte de sanar. Y toda mujer merece sanar con dignidad, acompañamiento y el descanso que su cuerpo necesita.