Qué tan seguido hay que revisar los pezones: 4 cambios que pueden ser preocupantes

Grandes, pequeños, pálidos, oscuros y hasta peludos… los pezones son una de las zonas más erógenas del cuerpo, saber estimularlos puede garantizar el máximo placer durante la intimidad. Si en esos momentos de cachondeo notaste que algo no anda bien, ¿qué tan seguido hay que revisar los pezones? 4 cambios que podrían ser preocupantes.

Los pezones son la parte sobresaliente de la glándula mamaria, los cuales, poseen terminaciones nerviosas que conectan en la mujer con los conductos galactóforos para favorecer la producción de leche materna durante la lactancia, por otra parte, el pezón está rodeado por la areola, un pequeño anillo de piel pigmentado, describe un artículo publicado por la revista científica ScienceDaily.

Existen diferentes tipos, formas, tamaños y colores de pezones, por ejemplo, redondos, ovalados, rositas, café a marrón oscuro, todos varían de una mujer a otra. ¡Son únicos! Presta mucha atención a los siguientes e identifica qué tipo de pezón puede ser el tuyo:

Protuberante: los pezones sobresalen de la areola

Invertido: los pezones se retraen hacia adentro de la areola

Abultado: el pezón y la areola lucen elevados por igual

Desigual: las glándulas de Montgomery son muy visibles

Peludo: hay crecimiento de vellos en los bordes de las areolas

Plano: los pezones apenas se distinguen con la areola

Unilateral invertido: sólo un pezón se retrae hacia adentro de la areola

Supernumerario: hay un pezón extra ¡Tal como lo lees!

Tipos de pezones

¿Qué tan seguido se deben revisar los pezones?
Los más recomendable es revisarlos durante la autoexploración de mamas, es decir, por lo menos una vez al mes, entre siete a 10 días después de que comienza el periodo menstrual que es cuando los senos están menos sensibles, todas conocemos la geografía de nuestros propios senos, pero en en caso de los pezones, es importante que identifiques algunos de los siguientes cambios:

Dolor en el pezón: es normal cuando duelen antes de la menstruación o durante la lactancia, el problema es que si el dolor se presenta fuera de eta etapas, podría deberse a candidiasis del pezón o un eczema, es decir, inflamación de la piel por infección.

En algunos casos, el dolor en los pezones se debe a tumores benignos o malignos, cambios o trastornos hormonales o enfermedad de Paget mamaria.

Secreción del pezón: si notas que sale líquido por los orificios del pezón, puede deberse a cambios anormales o a un embarazo, por lo regular, la secreción que se libera por los conductos lácteos puede ser: lechoso, claro, amarillo, verde, marrón o sanguinolenta.

Existen dos tipos de secreciones que podrían indicar un problema, por ejemplo:

Secreción del pezón de aspecto anormal: el líquido es purulento, verde, amarillo o con sangre

Secreción tipo leche fuera de la lactancia: se denomina galactorrea a causa de trastornos hormonales que afectan a la glándula o a la hipófisis, pero también, algunos medicamentos como los ansiolíticos, antidepresivos o medicamentos para controlar los vómitos podrían causar galactorrea.

Secreción en los pezones

Cambio de color en pezones: el color de los pezones o las areolas podrían verse afectado cuando se presentan cambios hormonales, por ejemplo, durante la menstruación, menopausia, embarazo o amamantamiento. Sin embargo, el color regresará a su normalidad, a medida que las hormonas se estabilicen, consulta a un especialista en caso de que tu pezón luzca una tonalidad roja, morada y esté acompañada de picor o secreción.

Cambio en la textura del pezón: la piel del pezón normalmente debe ser suave, consulta a un especialista si notas cambios en la textura, por ejemplo, sensación de piel de naranja, engrosamiento, ulceraciones, hinchazón, ya que podría tratarse de cáncer de mama inflamatorio o la enfermedad de Paget del Pezón.

Vellos en las areolas: es normal tener uno que otro vello, el problema es que cuando ya debes depilarlos con pinzas para ocultarlos porque crecen más gruesos y oscuros, podía deberse al Síndrome del ovario poliquístico (SOP). Se trata de un desequilibrio hormonal que se presenta cuando hay más hormonas andrógenas, este problema podría causar infertilidad.

Vellos en los pezones

Pezones invertidos: si se trata de una característica de nacimiento, no hay mayor problema, pero cuando se retraen, lucen hundidos o dentados conforme pasa el tiempo, podría tratarse de una señal de alerta de cáncer de mama.

Ahora que ya sabes la importancia de revisar tus pezones cada mes, no lo dejes para después, lo más recomendable es identificar el problema cuando todavía se puede hacer algo, ¿no crees? ¡Cuídate mucho!

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